Los avances médicos a lo largo de la historia han sido milagros que salvan vidas a diario de manera directa e indirecta. Objetos como el collarín son inventos que, debido a su eficacia, se han ido modificando con el fin de abarcar más aspectos y afortunadamente, continúan presentes hasta el día de hoy.
La historia del collarín data de la época de los 70´s en la que Kossuth llegó a revolucionar la industria ortopédica con una creación para inmovilizar la columna cervical con el fin de poder trasladar a alguien de manera segura, en caso de tener algún accidente. Esta innovación ha sufrido varios cambios y se han elaborado diferentes modelos con funciones mucho más específicas que la original.
Es por eso que en este post te mostraremos cuáles son los diferentes tipos de collarines y cuál es su uso clínico, de esta manera podrás identificarlos sin ningún problema:
Collarín blando
Es utilizado para dar soporte a la cabeza y una mínima inmovilización al cuello con el fin de descansar los músculos y articulaciones en esas zonas. Están fabricados con materiales blandos pero que son capaces de aguantar el peso de la cabeza sin lastimarla.
Este tipo de objetos es utilizado para aliviar el dolor y ayudar con la desinflamación causada por algún esguince mínimo, una tortícolis causada por dormir en una mala posición o simplemente malestar en cuello o espalda.
Es uno de los collarines más comunes y lo ideal es que sean parte de tu botiquín de primeros auxilios en casa, trabajo o escuela debido a su eficacia y facilidad para colocar.
Collar semirígido
Su función es bastante similar a la del collarín blando, solo que su diferencia radica en el material pues, a diferencia del primero, ese está elaborado con plástico rígido que ayuda a que la movilidad del cuello sea mucho más limitada.
A pesar de estar elaborados con plástico, en la parte posterior e inferior cuenta con cómodas almohadillas para comodidad del usuario, además de que reduce el dolor considerablemente.
Se utiliza para luxamientos y esguinces un poco más graves que necesitan menos movilidad que algo de impacto menor; a diferencia del blando, este brinda mucho más rigidez al cuello, logrando una estabilidad más certera.
Collar rígido
Este tipo es el más común de verse en ambulancias y hospitales ya que, brinda una inmovilidad casi completa debido a sus diferentes puntos de apoyo como mandíbula, mentón y esternón, mientras que en la parte trasera detiene desde la nuca.
Collarines como el tipo Filadelfia, incluye un orificio para cánula traqueal para que, en caso de que el usuario necesite este procedimiento, no se necesite retirar el objeto y así evitar más dolores o lesiones.
El material con el que está elaborado es polietileno reticulado y semirígido, haciéndolo perfecto y apto para procedimientos como radiografías o resonancias, además, de que puede brindar movilidad sólo si el usuario lo requiere, en el caso contrario, se deben ajustar perfectamente las cintas de contacto. Este artículo es ideal para casos graves de lesiones en la columna cervical o lesiones que requieran la inmovilización del individuo.