Muchas personas utilizan calzado guiándose por el diseño, la marca y hasta el color; otros por la comodidad y la facilidad que les da al hacer ciertas cosas, pero desgraciadamente, nunca se percatan por el bien o el mal que pueden hacerle a tus pies.
Hay calzado que, además de preocuparse por el diseño, también consideran mucho la estructura con el fin de brindarte una experiencia inigualable, sobre todo si se trata de algún deporte, pero también existen zapatos como los tacones que, aunque sean perfectamente fabricados y cuenten con estándares impecables, aún así terminan por dañar nuestros pies.
En esta publicación te mostraremos algunos daños que el calzado no adecuado puede hacerle a tu cuerpo y cómo puedes evitarlos o disminuir el impacto:
Deformaciones
El exponer a tus pies al uso rudo de calzado incómodo puede generar con el tiempo malformaciones considerables que pueden frenar tu vida por el color o incomodidad. Callos, juanetes, uñas enterradas e infinidad de cosas pueden aparecer en tus pies cuando menos te lo esperas, pero afortunadamente existen artículos como el separador de dedos o las plantillas de gel, para que se mitigue el dolor o desaparezca el problema totalmente.
Esguinces
Algunos de los calzados que no tienen un soporte especialmente diseñado, terminan por hacer que todo el tiempo te tropieces y esto desemboca en infortunios como esguinces y torceduras considerables. Lo mejor es que, si prefieres utilizar zapatos altos, sean de calidad y no tengan una altura que no creas soportar; en caso contrario, puedes practicar el caminar con ellos en un lugar seguro para que no sea considerable la lesión.
Mala circulación
Aunque no lo parezca, también el tipo de zapato que usas puede ayudar o perjudicar la circulación de tus piernas, lo que causaría problemas como inflamación severa, varices, retención de líquidos, entre otros. Lo recomendable es caminar con calzado cómodo y descansar las piernas de manera horizontal por un rato para así permitir que la circulación fluya correctamente y no se encuentren problemas en edad avanzada.
Mala postura
La inclinación y altura de cierto tipo de calzado repercute en nuestra espalda y médula vertebral al deformarla con el paso del tiempo y crear problemas como dolores de espalda considerables, tortícolis contínua, malas noches de sueño, dolor al caminar o al sentarse, entre muchas más cosas. Aquí lo importante es que la altura no sea muy grande y que se intercale con calzado cómodo durante horas o hasta días, de esta manera el pie no se acostumbrará a ese tipo de postura y podrás portarlos con mayor facilidad.